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La pesca sostenible, el salvavidas de los mares y océanos

Barcos de pesca en puerto Canthynnus Conservas gourmet
Por Carlos Doncel en Cultura, Economía, Sociedad, Sostenibilidad

Los ritmos de producción y de consumo están acabando con los recursos naturales del planeta. La pesca abusiva es una de las formas de explotación más perjudiciales para la preservación de los ecosistemas y especies marinas, por ello se hace tan necesaria la captura sostenible.

La pesca sostenible es uno de los mayores retos medioambientales a los que nos enfrentamos en la actualidad. La ONU ha señalado el año 2021 como el inicio de la Década de los océanos con el fin de estudiar y comprender el estado de las aguas y las especies que en ellas habitan. Y es que no es un secreto en la actualidad la preocupante situación por la que atraviesan los mares y océanos a causa de la contaminación, el cambio climático y, por supuesto, la explotación continuada y excesiva de sus especies.

RTVE recogió a principios de junio, con motivo del Día Mundial de los Océanos, declaraciones de Pilar Marcos, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace, en las que aseguraba que las masas marinas se encuentran en «una espiral mortal» a causa, entre otras cosas, de la sobrepesca.  «Estamos pescando más de lo que las especies pueden reproducirse. Muchas de las especies de interés comercial ya están al borde del colapso», advirtió la experta, que añadió revelaciones tan preocupantes como que «la sardina del Mediterráneo o la anchoa del Cantábrico» están teniendo que ser importadas debido a su escasez en las costas españolas.

Una de las soluciones más eficaces ante este problema es la pesca sostenible. Sin embargo, son pocas las técnicas de pesca que mantienen un escrupuloso respeto con los ecosistemas y especies marinas.

La almadraba, el milenario arte de pesca del atún

«La almadraba, destinada únicamente a la captura del atún, es una de las artes de pesca más sostenibles del mundo», afirma Alberto Sánchez, responsable de marketing y comunicación de la empresa Petaca Chico. Sánchez apunta que solo se captura un 2% de las piezas que transcurren por la zona, un hecho que se debe a que se trata de un arte pasivo, es decir, que a diferencia de los barcos que se desplazan para ir en busca de los pescados, los botes de las almadrabas zarpan para, en un punto concreto, mantenerse fijos a la espera de que los atunes se entren en las redes.

«Este arte consiste en un laberinto de redes colocado en la costa», explica Alberto Sánchez. Describe que, en el centro de las mismas, hay una especie de boca que es donde los atunes van entrando por diferentes «salas» hasta llegar a la última, denominada copo, que es donde definitivamente quedan atrapados y se capturan en la conocida como levantá.

Infografía de una Almadraba. Cortesía de Petaca Chico, una de las empresas de referencia en la pesca del Atún Rojo de Almadraba

Al hilo de la sostenibilidad, explica que «la malla que tiene la red para el paso de los atunes es de entre 80cm y un 1 metro de ancho, lo que permite a las piezas más pequeñas poder escapar». Así, los atunes finalmente capturados tienen un peso que ronda en torno a las 180 o 250 kilos.

Esta empresa almadrabera opera en Barbate, provincia de Cádiz, dado que es «una de las zonas por las que el atún pasa muy cerca de la costa en su camino hacia el Mediterráneo, por el Estrecho de Gibraltar». Petaca Chico es, además, una de las empresas almadraberas más grandes de España con un comercio que no solo se extiende por la península, sino que también ha alcanzado el mercado japonés.

El pincho, la forma más respetuosa de capturar merluzas

Otra de las técnicas de pesca más sostenibles que existen en la actualidad es el pincho. Enfocada principalmente a la captura de la merluza, esta modalidad obtiene las especies una a una. «Es muy selectiva en la medida en que no existe captura de otros peces por error», explica Eduardo Miguez, director adjunto del Puerto de Celeiro. «Con esta técnica, en la que se coloca una sardina congelada en el anzuelo, el cuerpo de la merluza en ningún momento entra en contacto con las redes, por lo que la dureza de su carne es mucho mejor y, por fuera, mantiene la escama en buenas condiciones».

Celeiro (Lugo, Galicia) ha adquirido con los años un gran prestigio y protagonismo en la venta de merluza de pincho, algo que el experto explica en dos puntos claves. En primer lugar, Miguez hace referencia a la Certificación de Pesca Sostenible, una distinción otorgada y regulada de forma anual a través de auditorías por la Unión Europea. «Certifica que se pesca con un arte sostenible, que se cumplen todos los requisitos en cuanto a emisiones de CO2, incidencias con aves, etcétera. También la cuestión de la responsabiliad social: que no haya menores a bordo, que todos los trabajadores tengan permiso de trabajo, así como un salario digno», define. A esto añade que, también de forma anual, la Unión Europea determina el porcentaje de pesca legal en función de cada especie. Esto, en España, se distribuye por barco, de forma que cada barco tiene un tope determinado, y el conjunto de botes de Celeiro cuenta con el 30% de la capacidad española para la captura de esta especie.

Por otro lado, Miguez comenta que el distintivo que los define es el trato que se le da a los pescados en los barcos y en el puerto. «Llevamos años mejorando y perfeccionando la limpieza, el eviscerado y las condiciones óptimas en las que se presentan las piezas», aclara. De modo que, tal y como razona en varias ocasiones «la especie es la misma que puede adquirir cualquier otro barco, dado que se obtiene en las mismas aguas: la diferencia reside en el cuidado».

Otras formas de pesca sostenibles

Entre las artes de pesca más antiguas y tradicionales se encuentra la nasa. Esta trampa constriuída con redes o con juncos de forma cilíndrica es una técnica pasiva, en la medida en que son colocadas a lo largo de la costa a merced de las mareas con un cebo en su interior, y son las especies las que se acercan a ellas. Se emplean, principalmente, en la captura de cefalópodos y crustáceos, y son más comunes en Galicia y la costa Cantábrica.

También en el norte se encuentra el arte castizo del marisqueo. Llevado a cabo por los mariscadores, consiste en la cría, captura y recogida del marisco a pie con poco más que algunas herramientas manuales. Una actividad eminentemente femenina que, además, acoge las labores de mantenimiento de las zonas asignadas, por lo que también se profesa el cuidado del territorio. Esta ocupación está reglada por la Consellería del Mar, quien marca los cupos tanto mínimo como máximo, de modo que se asegura una captura proporcional y sostenible de las especies.

Los recursos del planeta no son ilimitados. La pesca de arrastre, por ejemplo, además de capturar una cantidad abusiva de peces, también contribuye a la destrucción de los fondos marinos, lo que imposibilita la vida de diversas especies que son necesarias en las cadenas alimenticias y ciclos naturales de los animales. Para garantizar el futuro, es necesario preservar el presente, por ello, la pesca sostenible y respetuosa con el medio ambiente es una de las alternativas más necesarias.

Y tú, ¿conoces más artes de pesca sostenible? Déjanos un comentario y trataremos de escribir sobre ellas.

Nasa_para_pescar_camarones
El arte de la pesca de la nasa

Imagen de portada: Foto de Agua creado por dashu83 – www.freepik.es